Abuelitos juntan botes pa'l kilo para comida y medicinas

Matrimonio de la tercera edad sortea todo tipo de riesgos para sacar algunos pesos y poder comprar comida y medicamentos

Don Gabriel Ramírez y su esposa Catarina Medina se juegan la vida cruzando en la avenidas. 

Pero tienen que hacerlo, para ganarse el pan. 

Él, de 65 años de edad, tiene alta presión. Ella es diabética y casi no ve.

Esta pareja de abuelitos avanzan por la calle empujando el triciclo, para llevar a los negocios pa'l kilo las latas de aluminio que recolectan.

Sin pensión, sin apoyo oficial y sin seguro médico, necesitan comer y comprar medicamentos para ella. 

Para ganar 134 pesos, tuvieron que juntar poco más de 5 kilos de botes, durante varios días.

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"A veces no tengo para una pastilla, Dios sabe que no tengo para nada", dijo don Gabriel. 

La pepena inicia a las 5 de la mañana, cuando salen de su casa en la colonia Altamira, en Monterrey. 

"Y paro como a las 4:00 ó 4:30 de la tarde para sacar simplemente para un kilo de tortillas porque el frijol no lo completo, y el aceite no se diga porque está carísimo", lamentó.  

El riesgo es tremendo.

"Ése es nuestro trabajo, arriesgarnos pero hay un Dios que nos protege", afirmó. 

Tienen cinco hijos, pero cada uno tiene su familia y sus propios problemas. 

Él sólo tiene una misión.

"No puedo quedarme sentado porque está batallando mi esposa, y si no lucho yo, ¿quién me va a apoyar? Nadie  me apoya", sostuvo. 

Si usted  los ve en la calle, ayúdelos.

"Pues una despensita que nos regalaran porque es lo que batallamos", pidió. 

"Si Dios me da un peso, gracias a Dios, y si no me lo da, que cuide a mi esposa", comentó resignado. 

Ella sólo pide que le consigan sus medicamentos para seguir con él.

"Le agradecería con eso, con despensa, y medicamentos Metmorfina, Captopril y Metropolol para la presión", dijo doña Catarina. 

Su matrimonio de 42 años ya pasó todas las pruebas.

"Él es el que está conmigo cuando me siento mal… me hace comida"

Y él le da un beso en la frente a ella. 

"Yo la quiero mucho a mi esposa, Dios me la conserve muchos años, mi obligación es cuidarla hasta que Dios me la recoja", comentó él.

"Quiero mucho a mi viejito, que Dios me lo cuide y lo proteja", declaró ella. 

Los 134 pesos que obtuvieron no alcanzan  para nada. 

Encima, el recibo de Agua y Drenaje les llegó por 4 mil 571 pesos, monto increíble por la pobreza en que viven en una zona de posesionarios junto al Arroyo Seco.

El matrimonio vive en la calle Triunfo de la República, en el número 1353, de la colonia Altamira, en Monterrey. 

Hay que ayudarlos.

Usted, ¿con qué se anota?


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