En medio de crecientes tensiones diplomáticas y advertencias públicas hacia Caracas, el presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó haber sostenido una llamada con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro. La confirmación sorprendió, pues ocurre en pleno clima de advertencias sobre posibles operaciones antinarcóticos y control del espacio aéreo.
Al ser cuestionado por un periodista sobre la llamada, Trump respondió con ambigüedad:
“No quiero comentar al respecto. La respuesta es sí”. Se negó a detallar si la conversación “salió bien o mal”, limitándose a afirmar que simplemente fue “una llamada telefónica”. Pese a su reserva, el anuncio generó revuelo en la comunidad internacional y mediática.
Contexto: tensión entre EUA y Venezuela por amenazas aéreas
La llamada se produce justo después de una fuerte advertencia de Trump a “aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas” sobre el cierre del espacio aéreo alrededor de Venezuela. Además, aseguró que pronto podría extender operaciones antinarcóticos a tierra firme en territorio venezolano, lo que elevó la tensión diplomática.
Ante esos señalamientos, el gobierno de Maduro respondió con dureza. A través del ministro de Exteriores, Yván Gil Pinto, Caracas recordó que su zona aérea está protegida por normas internacionales, como las de la OACI y el Convenio de Chicago de 1944, que reconocen la soberanía exclusiva del país sobre su espacio aéreo.
Motivos declarados del diálogo: salvar vidas
Trump explicó que la conversación telefónica buscaba, según él, “salvar vidas”. Afirmó que está dispuesto a actuar “por las buenas o por las malas” si fuese necesario. Esa declaración marca un contraste con la acusación que hace a Maduro de liderar una organización considerada terrorista por EUA, lo que haría insólita una negociación entre ambos líderes.
Diversos medios estadounidenses habían reportado que el diálogo se había dado la semana anterior. Pero fue Trump quien oficialmente lo confirmó este viernes, aunque sin dar detalles de los contenidos de la charla ni de los temas abordados. Esa falta de transparencia alimenta la incertidumbre sobre qué tipo de acuerdo o entendimiento pudo existir.
Reacciones en Caracas y futuro de la crisis diplomática
El gobierno venezolano advirtió que no aceptará “órdenes, amenazas ni injerencias” de poderes extranjeros. Subrayó que ninguna autoridad externa tiene facultad para condicionar o intervenir su espacio aéreo. Con esa postura firme, Caracas rechaza cualquier acción militar o unilateral impulsada desde Estados Unidos.
Con la confirmación de la llamada, el escenario diplomático se complica aún más. La comunidad internacional observa con atención: la tensión puede escalar si no hay claridad sobre las intenciones reales de EUA y Venezuela. El mundo espera si este contacto es el inicio de un posible deshielo o una maniobra más de presión geopolítica.