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Oscar Hinojosa: el hombre que honra la vida a través de la muerte

Por: Víctor Hugo Guerra

02 Noviembre 2025, 09:38

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ASegura a que nada de lo que se acumula en vida cabe en el lecho de muerte, por lo que insta a practicar la solidaridad para el bienestar de los demás

Oscar Hinojosa: el hombre que honra la vida a través de la muerte

Don Oscar Hinojosa Cantú no necesita que sea 2 de noviembre para recordar a los fieles difuntos. Como propietario de una agencia funeraria en Reynosa, convive todos los días con el proceso de transición de lo terrenal a lo celestial, una labor que asume con fe y compromiso cristiano.

Esa vocación, dice, es un legado que recibió de sus padres y que ha guiado su camino durante varias décadas. Ha hecho de su trabajo una misión de vida: acompañar con dignidad el último adiós de cada persona, sin importar su condición social o económica.

“Para mí todos los días es Día de los Finados, es algo sagrado, porque nuestros seres queridos pensamos que ya nunca más nos vamos a volver a ver, pero no es lo que diga el hombre, es lo que diga nuestro Padre Dios por medio de su amado hijo Jesucristo”, expresó el empresario funerario.

La historia de Oscar Hinojosa Cantú se ha convertido en un ejemplo para la comunidad reynosense. En silencio y sin buscar reconocimiento, ha dado cristiana sepultura a los desconocidos, a quienes nadie reclama ni acompaña en su partida. También ha brindado servicios funerarios gratuitos a migrantes, indigentes y personas en situación vulnerable, cumpliendo así un compromiso espiritual más allá del negocio.

“Yo nada más soy un instrumento que usa Dios. Para la gloria de Dios nosotros cremamos sin costo 299 migrantes, ahí se los dejo de tarea. Si yo los cobrara de a 25 mil pesos, nada más hágale la suma. Pero entonces todos esos números no están depositados en el City Bank, esos números están depositados en el celestial Bank, y que se quede bendición”, compartió don Oscar con una sonrisa serena.

Con su larga experiencia, Hinojosa Cantú asegura haber aprendido que nada de lo que se acumula en vida cabe en el lecho de muerte. Por eso invita a los empresarios y ciudadanos a practicar la solidaridad y el desprendimiento, a mirar más allá de los intereses económicos y pensar en el bienestar de los demás.

“Tenemos que entender, hermanos empresarios de la República Mexicana, que primero hay que apoyar a la familia de sangre y luego a la familia laboral, porque el buen juez por su casa empieza”, señaló.

Aunque no es figura pública ni aspira a ningún cargo político, Oscar Hinojosa afirma que seguirá regalando sus servicios a quien realmente los necesite, como lo ha hecho toda su vida. Incluso, con el buen humor que lo caracteriza, ya dejó instrucciones precisas sobre cómo desea ser despedido cuando llegue su momento de partir al plano celestial.

“Yo nada más me voy a llevar un traje y un sombrero. Ya le dije a mis muchachos, Vicente Vázquez Rocha y Juan Dimas, que a la hora que yo me vaya le hagan dos agujeritos a mi ataúd para sacar las manos así y decirles: no me llevé nada, ni el anillo; me llevé la satisfacción y el amor que compartí primeramente entre mis hijos y mi familia laboral, porque ellos no son mis empleados, son mi familia.”

En una ciudad donde la vida cotidiana suele estar marcada por la prisa y la indiferencia, don Oscar Hinojosa Cantú recuerda con su ejemplo que la muerte también puede ser un acto de amor y fe, y que el verdadero legado de una persona no se mide en riquezas, sino en las obras que deja en los corazones de los demás.

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