Aunque para muchos el Halloween puede parecer una celebración inocente, diversas comunidades religiosas en Reynosa han manifestado su rechazo a esta práctica, al considerar que sus orígenes y símbolos están relacionados con representaciones del mal. Durante la noche del 31 de octubre, los disfraces de demonios, espíritus y entidades oscuras se vuelven comunes entre personas de todas las edades, lo que genera preocupación entre los sectores más devotos.
Ante este panorama, un grupo de jóvenes católicos evangelizados ha decidido ofrecer una alternativa espiritual: “La Noche Blanca”, una jornada de oración, convivencia y reflexión que busca compartir la alegría de la fe y difundir un mensaje de esperanza en medio de una sociedad necesitada de valores.
Francisco, seminarista de Filosofía, explicó que esta celebración tiene el propósito de transmitir un mensaje de conciencia a los jóvenes sobre los riesgos espirituales asociados al Halloween.
“Es un momento en el cual nosotros, los jóvenes, damos a entender a los demás que el Halloween es malo, que abre portales. El demonio anda como león rugiente buscando a quién devorar. Por eso, como católicos, queremos dejar claro que no está bien celebrarlo”, expresó.

La actividad, que se llevará a cabo en templos y parroquias de la ciudad, abrirá sus puertas a todas las personas que deseen participar. Los organizadores destacan que será un espacio para la oración y la fraternidad, en contraste con las manifestaciones que consideran contrarias al camino de la fe.

Mónica Renata Cruz Bautista, coordinadora de la Pastoral Juvenil de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, señaló que el propósito de la Noche Blanca es irradiar luz en medio de la oscuridad que simboliza el Halloween.
“La Noche Blanca es una contraparte del Halloween. El Halloween representa cosas demoníacas o que no son del camino de Dios. La Noche Blanca ayuda a ser luz para los demás y brindar esperanza a todas las personas”, afirmó.
Francisco reiteró que esta actividad es una oportunidad para que los jóvenes se acerquen más a su fe y comprendan el verdadero sentido de la luz cristiana.
“Es una contraparte que hacemos para darles a entender a los jóvenes que el Halloween es una adoración al diablo. Nuestro propósito como católicos es mostrar que este es un momento de luz”, indicó.
Durante la “Noche Blanca”, los participantes permanecerán congregados a lo largo de toda la noche en actividades de alabanza, reflexión y adoración. En el marco del Año Jubilar, la Iglesia Católica ha invitado a la comunidad a convertirse en “peregrinos de esperanza”, participando en esta celebración que busca ser testimonio de fe frente a la oscuridad.

El seminarista agregó que este encuentro también fomenta la unión y la hermandad entre los jóvenes creyentes.
“Es un momento donde compartimos como hermanos en fraternidad; tenemos dinámicas, momentos de convivencia y una hora santa, que es el corazón de la Noche Blanca. Todo esto para ir al encuentro con el Señor y florecer más y más al lado de Cristo”, concluyó.