Hacinamiento habitacional, figura entre los principales detonantes de la violencia intrafamiliar en la zona conurbada del sur de Tamaulipas, donde las corporaciones de seguridad atienden un promedio de 50 reportes mensuales relacionados con agresiones físicas, psicológicas y emocionales al interior de los hogares.
La jefa de la Unidad Móvil Especializada en Atención a Víctimas de Violencia, policía segundo Briseida Isabel García Martínez, señaló que la problemática es constante y que los llamados se reciben principalmente a través del 911, abarcando casos de violencia de pareja, maltrato a mujeres, así como a niñas, niños y adolescentes.
“Son reportes que van desde discusiones hasta agresiones físicas; la incidencia es más marcada en mujeres de entre 20 y 50 años de edad, aunque también se atienden menores en situación de riesgo. Factores como el alcoholismo y la falta de espacios adecuados dentro de los hogares contribuyen a que la violencia se detone con mayor frecuencia, sobre todo durante los fines de semana”, explicó.
Dijo que, aunque no hay un municipio con mayor incidencia en particular, tanto Tampico como Ciudad Madero y Altamira presentan un número elevado de reportes, lo que evidencia que la violencia intrafamiliar es un problema generalizado y persistente en la región.
Actualmente, la unidad móvil cuenta con 16 elementos y siete patrullas, integradas por personal femenino y masculino, capacitados para intervenir de manera inmediata en los llamados de auxilio.
En muchos de los casos, los agresores son puestos a disposición de las autoridades competentes, aunque persiste la falta de cultura de la denuncia formal.
Autoridades policiales enfatizaron que, más allá de la atención a emergencias, es urgente implementar políticas públicas que aborden las raíces del problema: la falta de espacios habitacionales adecuados, las adicciones y la necesidad de fortalecer el tejido social para prevenir la violencia al interior de las familias.