Una familia se manifestó afuera del Hospital General de Zona 11, HGZ, del IMSS en esta frontera, tras acusar al director, José Martínez, de no dar la cara en un presunto caso de negligencia médica.
Hace tres años, Elizabeth Vázquez Tonches, de entonces 23 años de edad, fue internada en el HGZ 11 del IMSS tras sufrir una parálisis cerebral que la dejó sin poder hablar bien, sin caminar y con un tubo conectado a la tráquea para poder respirar.
Desde entonces permanece internada, hoy tiene 26 años y no ha sido dada de alta, mientras tanto su salud se deteriora poco a poco sin recibir un diagnóstico ni tratamiento adecuado, afirman sus familiares.
Lo que colmó la paciencia es que fue enviada en ambulancia a Ciudad Madero, Tamaulipas para realizarle unos estudios, pese a que ese viaje es muy pesado para ella. Estuvo allá tres días, y regresó sin que le hicieran ningún estudio.
“Mi sobrina ya tiene tres años aquí en el Seguro y no le han hecho ninguna resonancia, ningún estudio, y mi hermana y mi cuñado ya desesperados. Empezaron a buscar ayuda y mandaron a mi sobrina a Madero, Tamaulipas”, expresó María Luisa Tonches, tía de la joven paciente.
“Los de aquí del Seguro nada más fueron y la aventaron en la ambulancia allá a Madero, Tamaulipas y ahí la dejaron arrumbada nada más, nada más la aventaron ahí y ellos se vinieron y no le dieron el trato, la dejaron en Urgencias como si fuera un animal ahí aventado nada más”.
Cuando tuvo el problema hace tres años, el esposo la abandonó al ver la cuenta del hospital privado al que la había llevado. Los papás hicieron gestiones para que la atendieran en el IMSS, pero no ven mejoría, sino por el contrario. Y hace más de 1 año que no le dan medicamento.
Pidieron su expediente para consultar a otros médicos, y no se lo han querido mostrar a los familiares.
“El director se esconde, no quiere dar la cara. Hemos ido a buscarlo y no sale. La verdad no sé el nombre del director, no nos quiere atender, siempre nos dicen que no está, que ya salió, que al rato viene, que no está, y no ha querido dar la cara el director.
“Ella tiene un tubo, una tráquea para respirar, y ella se queja mucho de que le duele y nunca la han querido atender, revisar, nada”, mencionó María Luisa.
La joven paciente tiene tres hijas, de cuatro, seis y ocho años de edad, a las que añora ver, pero en el IMSS no la atienden ni la dan de alta ni permiten que el caso lo vea algún especialista privado.
Nereida Tonches Martínez, otra tía de la joven, se pregunta qué esconde el Seguro Social para no querer dar el expediente, aún con la intervención de un abogado contratado por la familia para obtenerlo.
“Hay un expediente que el director no ha querido sacar a la luz, no sé por qué, un diagnóstico médico, no ha querido mostrar ni un papel. La iban a dar de alta, no la dan porque necesitaba un aparato que se solicitó y lo trajeron de Monterrey.
“Aquí lo tuvieron, pero iban a firmar en Ciudad Victoria el alta de mi sobrina. Habrá ahí mano negra, no sé qué estará pasando que no la pueden dar de alta y mejor vinieron por ese aparato los de Monterrey a recoger el equipo”, aseveró.
Aracely Tonches Martínez pidió que ayuden a su sobrina a vivir. Pidió la intervención del secretario estatal de Salud, de las autoridades estatales y federales para salvar a su sobrina.
“No es justo lo que han estado haciendo de no atender a mi sobrina, no es justo que ella está luchando por vivir y no le den el apoyo que ella necesita, porque ella necesita el apoyo, ella le echa todas las ganas porque tiene sus hijas”.
Cuando la joven llegó en ambulancia de Ciudad Madero a Nuevo Laredo, al ver a la prensa el personal declinó bajar la camilla con la paciente, y se la llevaron al sótano para que nadie pudiera ver las condiciones en las que llegó a la ciudad.