Aurelio vende dulces y busca a su tóxica en Tula

Don Aurelio lleva 25 años trabajando sin descanso y sin vacaciones ofreciendo sus dulces, esperando que algún día llegue su consentida
En el Pueblo Mágico de Tula, Tamaulipas, el señor Aurelio Hernández Rojas, de 70 años, una persona sencilla y humilde que desde que nació, se encuentra postrado a una silla de ruedas debido a un tumor que le diagnosticaron en la espina dorsal, actualmente vende dulces y mantiene la esperanza de encontrar pareja, la tóxica como le llama en su vehículo de trabajo que recorre calles y ejidos en el altiplano tamaulipeco.
“Tengo como misión endulzar la vida de las personas, si todos fuéramos así, el pueblo sería feliz, uno que tiene ganas de salir adelante, no importa nada más que la lucha de seguir trabajando, sacar el pan de cada día y sonreír que eso es lo más importante que hay”, expresa nuestro entrevistado.
Hasta lo alto del cerro donde se encuentra la Cruz Monumental del Pueblo Mágico de Tula, obra del escultor Sebastián que mide 33.7 metros y que coloca a la región como un icono del turismo religioso, hasta aquí llegó don Aurelio, pedaleando con sus manos y sin importar las inclemencias del tiempo, con sus dulces listos para ofrecer a su pueblo que lo vio nacer, un oficio en el que lleva 25 años trabajando sin descanso y sin vacaciones, esperando que algún día llegue su consentida.
- Ahí dice que busca tóxica también don Aurelio.
"Pues así le pusieron, pero pues de repente primeramente mi padre, si mi padre Dios quiere que venga la tóxica, que venga, si no pues ni hablar, así le seguimos, pero si mi padre Dios dice no, entonces es no”.
- ¿Usted está dispuesto a una relación?
“Yo estoy en la mejor disposición, echándole todas las ganas al trabajo y esperando, nunca hay que darse pero vencidos”, dijo don Aurelio, personaje muy conocido en la sierra madre oriental.
Endúlzate la vida, porque Don Aurelio busca tóxica en Tula, Tamaulipas.
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