¿Quién nos está contaminando en Nuevo León? ¿Y quién contamina más? Esas preguntas son claves porque de las respuestas vamos a saber, dónde actuar, con quién actuar primero y cómo solucionar verdaderamente un problema que nos está enfermando a todos.
El centro del debate es la refinería de Cadereyta, pero tremenda cubetada de agua fría fue darse cuenta que hay cuando menos dos empresas que contaminan más que la refinería, al menos en términos de CO2, y una tercera –muy famosa y relevante hoy– que contamina prácticamente igual que Pemex Cadereyta.
La que contamina más es Iberdrola, la empresa española que genera energía eléctrica y que ahora está ya a punto de pasar a manos del gobierno de AMLO, pues adquirieron sus plantas en México.
Y no es nada menor lo que contamina: arroja, entre sus dos plantas, unas 4 millones de toneladas de CO2 al año, que son 10 veces lo que arroja la tan satanizada refinería, que produce 440,000 toneladas de CO2 anualmente.
Pero la cuarta empresa más contaminante es privada y lo seguirá siendo: se trata de la acerera Ternium, la más grande acerera de Latinoamérica, la cual avienta al aire que respiran los regios unas 394,000 toneladas anuales de CO2; o sea, está en un empate técnico con la refinería de Cadereyta.
Todos hablan de la refinería y nadie habla de Ternium, la empresa acerera argentina que compró IMSA e HYLSA y que hoy dirige Máximo Bedoya, quien es el presidente de la Caintra.
Y si estamos hablando de cerrar la refinería porque no se plantea reubicar Ternium que está en el centro geográfico de la ciudad, está más cerquita de los regios.
Ah, pero claro Ternium es un motor económico de Nuevo León y sí es cierto da empleo y produce el acero que necesitamos, los mismo podríamos decir de la refinería mueve nuestros motores.
Ojo conozcamos quién nos contamina de verdad, porque ahorita es todo contra la refinería y nada contra los privados, que contaminan igual y hasta más como Iberdrola.
Hay que encontrar cómo seguir aprovechando sus beneficios, pero diminuir o erradicar sus daños, no hay de otra.