La discapacidad motriz no fue impedimento para que María Raquenel Chao asistiera a ejercer su derecho al voto.
Desde antes que abriera su casilla, en la colonia San Jerónimo de Monterrey, la mujer ya esperaba su turno en la fila.
A María le permitieron ocupar un espacio hasta adelante, sin embargo, no existían todas las condiciones para que votara con comodidad.
Y es que las mamparas para ingresar a marcar las boletas estaban muy elevadas, por lo que las personas en silla de ruedas firmaban las papeletas al descubierto.

"Falta poner un poquito las urnas más accesibles, pero gracias a Dios siempre vengo con mis papás y ellos me ayudan, no me gustaría entregar las boletas a alguien más para que las meta.
"Todo muy tranquilo, más allá de que no había un lugar para ejercer el voto, me hubiera gustado que así como hay mesas altas hubiera una más bajita", dijo.

La joven llegó a la casilla acompañada de su madre, quien recordó como en casa siempre inculcaron el voto pese a las adversidades.
"Estamos puestas para servir a México y defenderlo, toda la vida mis hijas, todas, tienen la cultura de venir a votar, esté como esté, haga frío o calor", dijo Raquenel, madre de María.
