Viaducto invade, pero no ayuda como alternativa vial

Se desperdicia infraestructura que recorre 7.9 kilómetros sobre el río Santa Catarina, ya que sólo conecta con caseta de autopista a Saltillo

Aunque “invade” la ciudad al ocupar 7.9 kilómetros sobre el río Santa Catarina —a manera de un “segundo piso” paralelo a Morones Prieto—, el largo viaducto que lleva desde Santa Bárbara a la carretera de cuota a Saltillo sólo beneficia a un privado y no le sirve a la ciudad.

Esta nueva infraestructura podría ayudar a mejorar la fluidez del tráfico vehicular al poniente de la urbe regia como una especie de “paralela” de Morones Prieto, si tuviera entradas y salidas hacia las vialidades urbanas, pero no las tiene, ya que el automovilista que ingresa en esta no puede ir a ningún otro punto — pese a lo largo que es— más que a la caseta, y consecuentemente a la autopista, de cuota.

Tampoco funciona como una alternativa para dirigirse desde o hacia la zona de La Huasteca, que es uno de los principales atractivos turísticos, deportivos y de paseo de la ciudad. Además, dicha vialidad termina obligando a los usuarios a pagar $130 pesos de peaje, y pese a la inversión de $7,000 millones de pesos (de inversión privada), no le sirve a los miles de automovilistas que todos los días sufren el congestionamiento vial en San Pedro y Santa Catarina.

Esto además contraviene la promesa del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien ha ofrecido que en su sexenio no habrá vialidades privatizadas dentro de las zonas urbanas que cobren peaje a los conductores.

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En el caso del viaducto de Santa Catarina, aunque entrar no tiene costo, salir sí, pues para usarlo hay que pagar al llegar a la caseta.

Ante esto, automovilistas y activistas demandaron que se aproveche no únicamente como una vía de cuota a la Autopista a Saltillo, sino como una alternativa para desfogar el tráfico al poniente de la metrópoli.

La obra, construida y operada por la empresa Roadis, recorre 7.9 kilómetros desde el boulevard Antonio L. Rodríguez hasta la caseta con rumbo a Coahuila.

Un recorrido realizado por INFO7 constató como mientras en el viaducto el flujo de vehículos es reducido, las calles y a las avenidas que corren en paralelo presentan intenso tráfico.

“Deberían poner otra bajada de aquel lado de Santa Catarina para que haya más rapidez, más ahorita en Díaz Ordaz, que está el puente en fabricación, se hace un desastre”, dijo Arturo Hernández.

Y es que los automovilistas consideraron que la obra, al ser una vía concesionada por la Federación, debería tener una utilidad pública más allá del ahorro de 20 minutos de Monterrey a Saltillo.

“Debería estar al servicio de la gente, por ejemplo, nosotros venimos desde Villa de Juárez hasta Santa Catarina, pudiéramos aprovechar el viaducto para saltar el tráfico”, pidió Marco Estrada.

Con una inversión aproximada de $7,000 millones de pesos, la obra comenzó su construcción desde diciembre de 2019, y fue concluida en junio de 2023.

A medio año de entrado en funciones totales, el viaducto, además de ser visto como una oportunidad desperdiciada, también genera tráfico a la ya de por sí trastocada movilidad de la metrópoli.

Y es que el boulevard Antonio L. Rodríguez cedió un carril en el sentido viniendo de la avenida Díaz Ordaz, lo que provoca cuellos de botella en horas pico.

Así, la postal de largas filas de vehículos es recurrente en dirección a la avenida Gonzalitos todos los días por la mañana y tarde-noche.

La escena es contrastante con lo que ocurre en el carril regalado a la autopista de cuota, que luce prácticamente vacío en comparación con el tránsito local.

Con información de elhorizonte.mx


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