Vivir en la avenida Julio A. Roca, en la colonia Provileón San Bernabé, ya no es conveniente en esta temporada de sequía.Las señoras Francisca y Paty ya cumplen 28 días sin poder juntar agua, su reserva se acabó y por si fuera poco… las pipas no llegan.“Van pasando, les hacemos la parada y nos dicen: a la vuelta y a la vuelta. Pero no pasan. De hecho tengo desgaste de rodilla y un problema en la cintura, pero tengo que andar acarreando agua”, señaló Francisca Reyes.Se han parado en medio de la calle y hacen señas a los operadores de las pipas, pero las hacen esperar y nunca llegan.Para ellos es complicado continuar con esta crisis que además les cobra con dolores musculares.