En las calles de la urbe regia cada vez es más frecuente ver menores de edad pidiendo limosna, haciendo malabares, limpiando parabrisas y vendiendo dulces.
Y los datos oficiales así lo constatan pues de acuerdo con cifras del DIF de Nuevo León, en los últimos tres años la mendicidad creció casi 200% y en el último año 346 por ciento.
Esto se debe, según expertos, a fenómenos como el deterioro económico a raíz de las restricciones de la pandemia que han derivado en más trabajo infantil.
Otro posible motivo es la creciente violencia en diversas zonas del país y Latinoamérica que aunado a las crisis económica, auspician una mayor migración a las calles de la zona metropolitana de Monterrey.
De hecho, aunque DIF Nuevo León no tiene una precisión, estima que la mayoría de los casos de niños y adolescentes que ejercer la mendicidad, son de origen nacional e internacional, es decir de familias migrantes, más que del estado.
En el 2020, el DIF Nuevo León detectó 1,910 casos de niños trabajando en las calles o pidiendo limosna y en el 2021 fueron 1,255, es decir, hubo una disminución de 34% en ese año.
Sin embargo, en el 2022 los casos se dispararon a 5,592 por lo que el aumento del 2020 al 2022 fue de 193% y del 2021 al 2022 de 346 por ciento.
El Jefe de Programa para la Atención y Prevención del Trabajo Infantil del DIF Nuevo León, Abraham Cruz Hernández, dijo que para combatir este creciente fenómeno han implementado programas como “Haz la Diferencia” que consiste en ir a buscar a los menores y sus familias a los cruceros de la ciudad.
“(Andan) en actividades de mendicidad, malabares y comercial informal; de los años anteriores, hablando de temas de pandemia, estamos hablando de que hubo una disminución en cuestión de casos locales, pero se incrementó en casos nacionales como extranjeros.
Con información de elhorizonte.mx