Por primera vez en más de tres años, Alejandra Elizondo pudo encontrar justicia y paz.
A su hija Ángela, de 15 años, la privaron de la vida y además abusaron de ella en un centro de rehabilitación del municipio de Santa Catarina.
Los pastores Jesús Guadalupe “N”, y su pareja María Aurora “N”, ambos de 55 años, fueron sentenciados por un juez a pasar una condena en prisión de 64 años y 56 años tres meses, respectivamente, por los delitos de feminicidio y corrupción de menores.
A los 13 años, tristemente como muchas otras adolescentes, Ángela cayó en el abismo de las drogas.
Aunque su madre siempre la apoyó y buscaba ayuda en centros de rehabilitación, la menor sufrió de recaídas.
Al cumplir sus 15 años, mientras estudiaba la preparatoria, volvió a recaer en el consumo de las drogas.
Su madre buscó ayuda en “El Tabernáculo Casa de Júbilo y Oración”, ubicado en la colonia Mártires de Cananea, en Santa Catarina.
Pero lo que parecía ser una esperanza se convirtió en un infierno. El 28 de febrero del 2020, Ángela falleció en dicho centro de rehabilitación.
La autopsia realizada por un perito experto determinó como causa de muerte infarto agudo al miocardio.
Un informe de la Fiscalía Especializada en Feminicidios reveló que el 11 de febrero del 2020, al encontrarse la víctima internada en custodia de Jesús Guadalupe “N” y María Aurora “N”, tenían conocimiento de que la adolescente padecía de diabetes y requería medicamentos, sin embargo omitieron suministrar las dosis requeridas.
Ángela ya descansa en paz, y su madre después de tres años y ocho meses ha encontrado justicia.