Un asunto que también hace fruncir el ceño de la gente es el alza descarada que les recetaron en sus recibos de luz.
Alguna explicación nos debería de dar la Comisión Federal de Electricidad porque los aumentos no son nada congruentes con los que se han registrado en veranos anteriores: ahora vienen excesivamente caros.
Cierto que la gente usa más la energía con estos calorones, pero los cobros parecen estar encima del consumo de los usuarios: aquí en este medio, documentamos que usuarios que utilizaron poco más del doble de energía, terminaron pagando este bimestre el quíntuple del precio del bimestre anterior.
Ahora, por más de que la tarifa del kilowatt/hora sube conforme crece el consumo, el resultado se antoja disparatado, además de que las tarifas de CFE terminan siendo un gran misterio, pues nadie las entiende, máxime de que varían por región, por consumo, época del año y casi casi ¡por cada usuario!
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Sería muy loable que la Comisión ofreciera más transparencia y claridad de los costos para los consumidores en eso de los rangos de las tarifas.
Porque además, ojo, los que están pagando cuentones no son sólo los ricachones, sino también gente de municipios como García, cuyos sueldos son bastante modestos.
Sería muy bueno que la gente, especialmente la de escasos recursos, pero también todos los demás, pudiera tener una “tablita” en su casa para ir leyendo su medidor y poder anticipar exactamente cuánto está consumiendo y cuánto va a terminar pagando.