En el campo de Nuevo León hay una mina de ¡agua! Sí, de agua...
Agua en borbotones que podría usarse para la ciudad, que buena falta le hace.
Y no, no piense mal, no es ir a agarrar el agua de los campesinos, ni quitarles sus afluentes ni nada por el estilo, el truco es recuperar el agua que se está desperdiciando en cascada, despilfarrando y evaporando por los antiguos e ineficientes sistemas de riego.
Resulta que hoy el agua que se usa para regar los cultivos de la zona rural es tanta, por contar aún con métodos rudimentarios, que equivale a ¡más de 3 veces lo que consume toda la ciudad, o sea toda la urbe regia!
Pero si ese riego se tecnificara, como ya está haciendo Marco González, secretario de Desarrollo Agropecuario, en un distrito de Montemorelos llamado El Chapotal, podría ahorrarse hasta el 80% del agua que se desperdicia, y esa agua serviría enormemente para la ciudad, pues es agua potable.
Así que nuestro gobernador bien podría este año concentrarse en encontrar y rescatar esas minas de oro azul, o sea de agua, llevando tecnología al campo, y seguramente sería aplaudido aún más que con lo de Tesla, porque estaría encontrando otra alternativa que nadie veía venir para tener más agua muy pronto.
Y sí, Samuel afirma que combatir a los prianistas es sumamente congruente con sus promesas de campaña de acabar con la vieja política, pero la verdad es que la gente no aplaca su sed con pleitos ni combate el calor con las broncas entre los políticos, así que esa tarea de ir a rescatar agua del campo podría ser una mucho mejor batalla para don Samuel, ¿a poco no?