Se convierte la carretera a Laredo en una ruta de atropellos
Tras el crecimiento poblacional en Escobedo, Apodaca, Zuazua y Ciénega, la carretera a Laredo es ahora una ruta donde los atropellos empiezan a ser constantes
La carretera a Nuevo Laredo se ha convertido en una ruta mortal porque la combinación entre el transito pesado y el crecimiento de la población es igual a riesgo.
Hace años, esta carretera de 222 kilómetros era solo una vía entre dos ciudades, pero con el tiempo ha adquirido la forma de una avenida que parece arrastrar consigo la integridad de muchos peatones.
De acuerdo al observatorio ciudadano de movilidad y seguridad vial, en 2023, en la carretera a Nuevo Laredo, hubo un total de 10 atropellos con siete lesionados, en 2024 de enero a octubre hubo 7 atropellos con una persona fallecida y la más reciente, el atropello de una estudiante que perdió la vida, en el primer mes del 2025.
El miedo se respira en el aire cada vez que alguien se dispone a recorrer los 110 kilómetros que permite la ley general de movilidad y seguridad vial.
Los atropellos no deberían ser comunes en tramos federales y para los que transitan por esta vía, saben perfectamente la raíz de este problema.
Escobedo, Apodaca, Zuazua y Ciénega de Flores son municipios que se alinean a lo largo de esta carretera y que han crecido a un ritmo acelerado, convirtiendo lo que alguna vez fue una carretera de paso en una urbe desbordada.
Mañana le presentaremos como este crecimiento no ha tomado en cuenta la seguridad de los habitantes de estos municipios.
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