El oficio de sastre poco a poco se va perdiendo. Pero aunque pocos lo practican, se niega a morir.Un claro ejemplo de ello es don Jesús Gámez Zapata, quien tiene ya 40 años como sastre, y piensa seguir.En la colonia Ciudad Ideal en San Nicolás es muy conocido por su trabajo."Empezamos en un taller pequeño, pues ahí anteriormente se utilizaba que los dueños de las sastrerías le daban a uno la oportunidad de aprender", recuerda.Él es originario de San Luis. Aquí se casó y formó una familia con cuatro hijos.Y aunque con este oficio los sacó adelante, ninguno decidió aprenderlo."Hay muchos aprendices, pero pocos sastres, que dominan todo, ahorita en la actualidad son contados, esto tiende a perderse, y es una preocupación que tenemos los sastres", señala.Don Jesús se siente orgulloso al ver que una persona viste sus creaciones.Y entre sus trabajos memorables, elaboró trajes para una firma aeronáutica."Mi trabajo anda arriba, anda volando, entonces es satisfactorio que mi trabajo esté en ciertos lugares, aunque uno esté aquí, se siente uno orgulloso", expresa con una sonrisa.Don Jesús se ha vuelto un experto en la costura, que igual hace trajes para hombre, como otro tipo de vestuarios, por ejemplo, vestidos de novia."La elaboración de un traje, mínimo debe ser un día, en un día un traje, completo, ahí usted se imagina el trabajo que debe llevar".Ahora, don Jesús sólo tiene un sueño: que los jóvenes se interesen por este oficio, y por qué no, poner su propia escuela para sastres...
Nuevo León
Sastre: una profesión que se aferra a no desaparecer
Hablar de sastrería es hablar del buen vestir. Desde hace varios años, este hombre aprendió del oficio ante la necesidad de sacar adelante a su familia. Aunque hoy en dìa no es muy común encontrar un sastre, esta profesión es muy importante para el mundo del vestir