Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social en Nuevo León remplazaron con éxito la aorta de una mujer embarazada, logrando salvar su vida y la de su bebé de 30 semanas de gestación.El desgarre y dilatación de la arteria más grande del cuerpo, que nace en el corazón, pusieron en riesgo de muerte súbita a Guadalupe Ivón, por lo que cardiólogos, neonatólogos, ginecólogos y obstetras de las UMAE 34 y 23 colaboraron para realizar, consecutivamente, una cesárea y el remplazo de varios segmentos de la arteria aorta.Tras conocer el problema de la arteria, el pronóstico no era favorable, pero se tomó la decisión de preservar la condición física de la madre al menos hasta la semana 28, mientras se ganaba tiempo para fortalecer a la bebé en el útero, lo que elevaría su probabilidad de vida hasta 90 por ciento.Una vez que pasó el tiempo se le practicó a la paciente una ligadura de vasos uterinos, sutura compresiva del útero y se le dio medicamento, para reducir el riesgo de sangrado y dejarla en las mejores condiciones para la cirugía cardiovascular, informó el jefe de Tococirugía, doctor Francisco Antonio Aguirre Olvera.El procedimiento fue exitoso y permitió unos momentos de interacción entre la madre y Emiliana, su recién nacida, quien pasó a una incubadora, fue intubada y trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Ginecología y Obstetricia y a 15 días de su nacimiento, su evolución clínica es favorable.El cirujano cardiovascular Héctor David Contreras Garza, del Hospital de Cardiología No. 34, explicó que éste es el más complejo de los procedimientos quirúrgicos cardiacos, por la extensión reparada, la condición de los tejidos y el sitio anatómico en el que se trabaja. A una semana del procedimiento, la paciente se encuentra estable y con posibilidad de recuperar su vida cotidiana.“Temía morir y no poder cuidar a mi hijo (mayor) y perder a mi bebé (que llevaba en su vientre). Por eso, al despertar de la cirugía me sentí muy contenta”, dijo la paciente.