El gobernador Samuel García retomó el amago de sacar a Nuevo León del convenio de coordinación fiscal federal, y anunció una mesa para analizar la salida.
Será el próximo lunes cuando la Tesorería estatal se reúna con expertos y así evaluar si se propone una renovación al pacto o si la entidad sale de él.
Al presentar cifras de inversión extranjera y generación de empleos, el mandatario justificó la iniciativa al decir que la nueva Constitución local lo permite.
"Ahora sí tenemos que revisar cuánto pone Nuevo León y cuánto nos regresan para poder plantear un nuevo convenio o salir del convenio.
"Es una obligación constitucional que estaremos realizando; vienen expertos y la gente de la Tesorería", adelantó García Sepúlveda.
Y es que, agregó, las cifras récord en economía que registra la entidad son menguadas por disposiciones de la Federación.
"Estos son los números que siempre me he quejado que son hechizos o que están truqueados.
"Hay una trampa en la Ley que obliga a los grandes contribuyentes a poner su RFC en Polanco, en Ciudad de México", acusó.
Así, tras señalar que existen 400 grandes contribuyentes de Nuevo León cuya producción es sumada a la capital del país, el gobernador dijo que los tomarán en cuenta para definir que porcentaje de participación tiene la entidad y con base a eso exigir un retorno de recursos más justo.
"Es mi tarea demostrarle a Nuevo León que no me voy a fiar de los números federales, vamos a sumar a esas 400 empresas y voy a hacer caso omiso a su domicilio fiscal porque es una trampa.
"Vamos a tener el número real de cuánto estamos produciendo, de cuánto es nuestro PIB, Y de cuánto nos regresa a Hacienda Pública de cada peso que pone Nuevo León", dijo.
"Son números para negociar un nuevo convenio y demostrar realidades que hoy están confusas", sentenció el gobernador.