El fin de semana, Nuevo León vivió horas intensas con respecto a la gubernatura y el interinato, pues el viernes la Suprema Corte validó la elección de Luis Orozco como interino, lo cual rechazaba Samuel García, lo que detonó su regreso inmediato al gobierno estatal.
Si usted aún se pregunta “¿hay dos gobernadores?” o “¿quién es el gobernador?”, ya puede irle darle carpetazo a la duda, porque el gobernador vuelve a ser Samuel García por una sencilla razón: fue él quien pidió la licencia, o sea que al momento en que él mismo renuncia públicamente y por escrito a ese derecho, la licencia se acaba y tan tan, su gubernatura se reanuda en automático.
Vamos, la razón de ser de un interino es si, y sólo si, el gobernador constitucional, elegido democráticamente, pide una licencia –o fallece, o su mandato es revocado en alguna de las alternativas previstas por la ley–… pero si el propio personaje pidió un permiso, y luego renuncia a dicho permiso, no hay más: la necesidad de un interino se desvanece en ese mismo instante, sin necesidad de sesiones o votaciones.
Por eso resulta absurdo que el PRIAN insista en que “Orozco aún es interino” y que “Samuel tiene que pedirle al Congreso permiso de retornar”. En este caso no es así: es como cuando un empleado pide un permiso de vacaciones y luego decide que no lo usará: a lo mejor necesita permiso para que le autoricen el descanso, pero no necesita permiso para cancelarlo: se cancela ¡y ya!, porque era su decisión tomarlo.
Y bueno, si para los diputados hubiera dudas por ser un escenario con aparentes huecos legales, lo cierto es que desde el primer minuto que el Congreso sesione hoy lunes, tendrá que darse por enterado del documento que envió Samuel García el sábado prescindiendo de su licencia, y a partir de ese minuto ya se oficializa su regreso como gobernador.
La prueba de que el Congreso “fue notificado” es que la diputada emecista Tabita Ortiz, miembro del Legislativo, recibió personalmente el documento de Samuel.
Sobre este mismo asunto, ¿hizo bien o hizo mal el Congreso local al elegir como gobernador interino del estado a Luis Enrique Orozco, un personaje ligado al PRIAN?
Politólogos dicen que sí hizo mal el Legislativo, y lo explican así: en 2021 los nuevoleoneses votaron por Samuel García y Movimiento Ciudadano para gobernar por seis años; él y su plataforma política fueron los que recibieron la confianza de los votantes, les guste o les disguste a algunos.
El antecedente es que se acostumbraba en todos los estados, que el Congreso local nombrara como gobernador interino a alguien del mismo grupo que ganó las elecciones, por respeto al mandato emanado del voto, pero aquí no se hizo de esa forma, por el pleito político, y entonces íbamos a tener a un gobernador representante de un grupo que perdió las elecciones de gobernador.
Pero bueno, parece que las cosas podrían empezar a cambiar, ya que ayer domingo el grupo legislativo del PRI emitió un comunicado en el que prácticamente le tiende la mano a Samuel García y a su gobierno para empezar a construir “un diálogo que beneficie a la sociedad y el estado”.