Quedan lutitas expuestas en Monterrey

A los bloques de rocas que contienen el gas shale se les llama lutitas y, en el caso de Nuevo León, se encuentran entre 2, 500 y 3,500 metros de profundidad.Sin embargo, en el área metropolitana de Monterrey, desde hace años están expuestas sobre la corteza sobre el Bulevard Rogelio Cantú Gómez.Al ser mutilado el Cerro de las Mitras para edificar la arteria, las lutitas del gas shale quedaron sonbre el talud oriente, es decir, a mano derecha si se circula de sur a norte.Para mayor ubicación, la lutita es la pared y el montón de piedras negras que están unos metros más adelante al salir del Puente Atirantado."Esas rocas negras son lutitas carboníferas que nos dan idea de cómo está el hidrocarburo en el subsuelo", explicó el geólogo e ingeniero petrolero de la UANL, Juan Manuel Rodríguez Martínez.Rodríguez es el científico que asoció los recientes temblores que padece el estado con la práctica del fracking.A las lutitas de Nuevo León que encapsulan el hidrocarburo técnicamente se les denomina "Agua Nueva" las cuales se estima que se formaron hace 70 millones de años, durante el periódo crétacico superior, mientras que a las de Texas se les llama "Eagle Ford""La formación ´Eagle Ford´ es una unidad geológica del cretácico superior que está constituida por arcilla lutitas y lutitas carbonosas que son, precisamente, las generadoras del gas shale."La ´Eagleford´ equivale a la formación ´Aguanueva´ que tenemos aquí en el estado de Nuevo León que es una lutita", indicó el científico.Las del Bulevard Rogelio Cantú Gómez son sólo una muestra de las enormes rocas de este tipo que existen en la porción nuevoleonesas de la Cuenca de Burgos cuyo gas será susceptible de ser succionado mediante la controversial técnica "fracking".A este tipo de piedras que están en la profundidad se les aplicaría el `fracking` para romperlas. Al método se le atribuye riesgo para las reservas de agua ya que contamina los acuíferos y para perforar un solo pozo se requiere lo equivalente a 8 albercas olímpicas."El fracking no es otra cosa que una técnica que consiste en inyectar grandes presiones en el subsuelo para fracturar la formación y el orden de presión que se le inyecta a esta unidad para poder romper la nanoporiosidad que presenta es del orden de 100 megapascales, 1 megapascal equivale a 100. 2 kilogramos fuerza por centímetro cuadrado", explicó el científico.