Las “centralitas” o negocios alternos para el traslado de pasajeros en autobuses rumbo a diversos destinos del país predominan en la ciudad de Monterrey, sin control de las autoridades.
A raíz de la tragedia en la que fallecieron 27 pasajeros que viajaban en una camioneta, la cual salió de Veracruz rumbo a Monterrey, se constató que a unas cuantas cuadras de la Central de Autobuses y dentro de un predio en el cruce de las calles Juan Méndez y Carlos Diez, en la colonia Sarabia, cerca de ocho negocios del ramo operan los viajes foráneos, sin vigilancia oficial.
Ahí, en improvisados cuartitos techados con lámina, que antes eran locales de puesteros, ellos coordinan el cobro, el ascenso, el traslado y el descenso de los viajeros, sin control de la autoridad y en la informalidad.
Nadie revisa si los negocios tienen permiso, si los choferes cuentan con licencia, si ellos están en condiciones de manejar y si los autobuses reúnen las condiciones físico-mecánicas para el traslado, es decir, no hay seguridad para los usuarios.
El lugar, ubicado frente a lo que era el Mercado del Norte, tiene servicios precarios, como piso de tierra, y es insalubre. Al parecer, se trata de un estacionamiento improvisado.
El gancho para atraer a la clientela son las tarifas, ya que cobran mucho menos que las líneas de autobuses en la Central de Autobuses.