Es un fastidio, a todas horas, de dia y tarde pasa el tren, nadie puede vivir así, el tráfico se queda varado, y no es una vez, sino varias veces durante la jornada.
Al tiempo de los automovilistas, sí que se lo lleva el tren.
Estuvimos en el crucero de la avenida Juan Pablo Segundo y Pío X, en San Nicolás.
En menos de dos horas, el ferrocarril pasó cinco veces: tres veces, el tren largo, y dos veces la máquina de patio, obstaculizando el paso de automovilistas y peatones.

Hace años, se hizo el compromiso de que el tren saldría de la metrópoli.
"Yo tengo como 40 años aqui y siempre ha sido lo mismo. Todos los gobernadores que entran dicen que lo van a quitar y nunca lo quitan. Ya es tiempo de que lo quiten, no que lo quiten definitivo, que lo pongan en otra parte", expresó un vecino de la colonia Las Puentes.
Las autoridades federales tienen la palabra. Y hasta ahora, a las promesas de meter orden también se las llevó el tren.
