Luego de que el municipio de Escobedo, respaldado por un profundo peritaje y la asesoría de Protección Civil municipal, solicitara a los vecinos del edificio 7 de la Unidad Habitacional Plaza Sol, desalojar el lugar tras la caída de sus escaleras y demás fallas estructurales, Felipe Canales, secretario del Ayuntamiento, señaló que hay opciones para aquellos que no tienen a dónde ir.
“El municipio está en la mejor disposición de ver con algunas instancias que tuvieran que ver con vivienda para ver la posibilidad de conseguir otros lugares.
Se les ofreció a los vecinos tener acceso directo e inmediato a alguno de los albergues con los que cuenta el municipio, ese sería uno de los primeros pasos y un segundo, ver y gestionar con las autoridades, en este caso vivienda o algunas otras áreas los trámites que pudiéramos conseguir”, expresó.
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Y aunque hasta ahora no hay un lapso de tiempo para que ocurra otro derrumbe en el inmueble, el funcionario fue puntual al declarar que los vecinos que tengan la posibilidad, deben buscar otro lugar para habitar, anteponiendo la integridad física de los vecinos.
“De momento no hay un plazo determinado, ustedes saben que son datos que proporcionan los especialistas, lo que sí les digo, es que va llegar un momento en donde va presentar algún otro deterioro, y queremos evitar a toda costa que tengamos una persona lesionada o la pérdida de una persona”, indicó.
Hasta el momento, las autoridades se encuentran en un exhorto permanente a que los vecinos salgan del inmueble.
“Dentro de la Ley del Estado de Protección Civil tenemos facultades para invitarlos e incitarlos a que por favor salgan del lugar en donde se encuentran, nosotros vamos o no queremos agotar las pláticas con ellos”, expresó.
Pese a que el peritaje efectuado por órdenes del municipio con un servicio externo de investigación sostiene que el edificio no es apto para habitar, están abiertos a escuchar otras opiniones.
“Si los vecinos tuvieran la intención de contratar a otra persona que pudiera brindar algún otro peritaje, estamos abiertos a escuchar, esto no es un rotundo resultado”, apuntó.
El funcionario agregó que hasta ahora no hay un indicador para demoler el lugar pese a que el peritaje, arrojó que es una zona de riesgo, y después de los hechos, se quedó sin escaleras.
El edificio suma 36 años de existencia y desde entonces no ha recibido mantenimiento, el deterioro se ve a simple vista.
Hasta el momento, en el lugar habitan de 40 a 50 personas, algunos son propietarios, otros herederos y el resto posesionarios.
Los edificios aledaños también se aprecian dañados.
