De las plantas de Ternium no solamente sale dióxido de carbono (CO2) en proporción similar a lo que arroja la refinería de Cadereyta, sino también polvos ferrosos que, según demuestran estudios, provocan enfermedades respiratorias y cardiovasculares e incluso pueden ser cancerígenos.
Estos polvos, tipificados como PM10 y PM2.5, no están compuestos de mera tierra, como en otras industrias, sino de metales que son resultado de la elaboración del acero.
Datos oficiales del Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes (RETC) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), indica que de las plantas de Ternium salen sustancias como cromo, níquel, plomo y cadmio, en forma de partículas minúsculas.
Esas micropartículas potencialmente cancerígenas van ocultas en las muy visibles y voluminosas emanaciones de vapor que se ven en las plantas de Ternium por las noches.
Según el registro, en el 2022 Ternium emitió 483 kilos de plomo y 8.3 kilos de cadmio, y aunque se trata de cantidades que parecen menores, al tratarse de micropartículas, el organismo humano no puede filtrarlas, por lo que se acumulan en los órganos y el torrente sanguíneo.
Las partículas se suman al CO2 que expulsa Ternium, que de acuerdo con los registros de RETC, representa 349,000 toneladas al año, cifra muy cercana a las 440,000 toneladas de CO2 que arroja la refinería de PEMEX en Cadereyta.
Un recorrido realizado por INFO7 la noche del jueves y madrugada del viernes pasado alrededor de la planta de Ternium Largos, ubicada en la avenida López Mateos y Camino al Mezquital en el límite de Apodaca con San Nicolás, se captó material incandescente que es depositado en los patios y el cual luego emite una columna de humo.
El hecho fue corroborado alrededor de las 2:00 horas del viernes pasado, dónde fue captado el resplandor que ocasiona la rebaba o escorias ardientes.
Un experto en el tema, quien pidió no ser identificado, afirmó que ese material es producto de las obras que resultan tras la fabricación de productos de acero.
Además, señaló, el proceso de fundición de acero es el que emite el óxido ferroso que dañan la salud de quienes los respiran constantemente.
“Es polvo óxido ferroso que viene de los hornos de fundición porque mientras está fundiendo el acero, se emiten ciertas partículas que no son partículas de tierra, sino que son partículas de metal, es lo que avientan. La partícula es como tierra, es sólido, es un elemento, pero en este caso son de metal. Esas partículas son PM 10 y PM2.5, sí, son dañinas porque no es lo mismo unas partículas de polvo a un P.M. 10 o un 2.5 de un metal”, indicó.
Con información de elhorizonte.mx