En un mundo donde el estrés se ha convertido en un compañero cotidiano, el mindfulness surge como una técnica poderosa para recuperar el equilibrio emocional y mental. El Dr. Javier Gutiérrez, instructor especializado en esta práctica, asegura que su aplicación puede generar beneficios tangibles en distintos contextos, desde lo personal hasta lo académico y laboral.
“El mindfulness funciona como una herramienta para el estrés. Nos permite regular nuestras emociones y pensamientos negativos, y mejorar la claridad mental para atender mejor situaciones difíciles”, explica el especialista.

Esta técnica, basada en la atención plena y consciente del momento presente, ha demostrado ser eficaz ante todo tipo de estrés: crónico, agudo, laboral e incluso familiar. En el ámbito profesional, donde la presión constante y la sobrecarga de tareas son frecuentes, el mindfulness permite a las personas mantenerse enfocadas y gestionar mejor sus emociones.
“El estrés laboral es una problemática muy grande, y muchas veces tiene su origen en los pensamientos y emociones que generamos. Al aplicar el mindfulness, aprendemos a mantenernos centrados en lo que estamos haciendo, lo cual mejora nuestra productividad y bienestar”, indica el Dr. Gutiérrez.

También en el entorno educativo, los beneficios son notables. Para los estudiantes, enfrentar situaciones como exámenes o presentaciones puede generar ansiedad anticipatoria. En estos casos, el mindfulness contribuye a reducir el miedo, mejorar la concentración e incluso fortalecer la memoria.
Pero sus beneficios no se limitan al plano psicológico. A nivel físico, practicar mindfulness reduce la producción de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. “Además, se relajan los músculos, disminuye la presión arterial y también los niveles de glucosa”, finalizó el experto.