En el marco del festejo del día del niño realizado por la organización, Doctor Sonrisas, que tiene como objetivo brindar acompañamiento a niños con enfermedades que ponen en riesgo su vida, INFO7 tuvo la oportunidad de platicar con Amaya Carolina de 10 años y padece una malformación arterial.
Ella nos compartió lo complejo que es su día a día con este padecimiento.
“Cuando estaba pequeña, yo veía que también niños pequeños de mi edad; corría, iban en bici, o iban haciendo actividad física y yo no podía hacerlo y yo quería hacerlo y yo me sentía triste porque yo no lo podía hacer”
Esto debido a que su malformación generó un tumor en la parte derecha de su cuello, por lo que esa parte y su cara son intocables, porque podrían poner en riesgo aún más su vida. Y ciertamente ha vivido un calvario desde su nacimiento, debido a que su único tratamiento, es aquel que aminore el dolor en su cuello, no hay forma de que este se vaya por completo.
“Usualmente cuando me duele, tomo Paracetamol o algo así para que se me baje tantito el dolor.“
De repente dejo de sentir dolor, o sea, ya me acostumbre, ya es como que no siento nada pero hay veces que si siento punzadas muy fuertes
”Asegura que su más grande sueño es ser doctora para ayudar a todas las personas en malas condiciones de salud. Y sobre aquellas personas que no disfrutan al máximo sus actividades diaria, la menor relató una experiencia que vivió con su hermana.
“Me dijo yo también quisiera tener un tumor o estar enferma de influenza para no ir a la escuela y le dije; no sabes lo que quieres, porque si se siente muy feo el ver y no poder hacer las cosas que niños de tu edad hacen si se siente feo y te dan ganas de llorar, porque cuando yo estaba más pequeña, yo veía que mis compañeros salían a educación física y yo me agarraba a llorar”
Como Amaya, miles de niños en el mundo atraviesa situaciones de salud que los limitan a vivir con normalidad, ahora se ha incorporado a la normalidad, sin embargo el día a día para ella, se traduce en dolor.