Detrás de las nubes de vapor que producen estos dispositivos, se ocultan riesgos graves para la salud, inhalar el vapor de estos aparatos de sustancias tóxicas y nocivas para el organismo, a largo plazo, podrían ser mortales.
Las sustancias presentes en los dispositivos son responsables de generar daños irreparables en los pulmones. Y hasta el sistema cardiovascular.
Además de los riesgos sanitarios, el uso y comercialización de los vapeadores enfrenta un complejo panorama legal a nivel federal.
Algunas de las autoridades estatales y federales, utilizan la ley general para el control de tabaco para sancionar a toda aquella actividad que involucre el cigarro electrónico o vapeadores.
El gobierno mexicano busca proteger a la población de los riesgos inherentes a estos dispositivos.
En definitiva, el vapeo, lejos de ser la solución que algunos han propuesto, se revela como una puerta hacia un sinfín de problemas que podrían haberse evitado.