INFO7 - Se prepara con ingredientes simples, pero cargados con un gran sabor.Su nombre lo adoptaron los danzantes que buscan preservar una de las tradiciones más antiguas de Nuevo León: ‘Los Chicaleros’.Yolanda Blanco, habitante de la comunidad San Francisco de los Blancos, le da la sazón a este tradicional platillo.“Ya cuando están cocidos (los elotes) se troza la hojita y se cuelgan en un alambre, o en un mecate, entonces ya cuando están secos, porque se ponen a secar para que no se eche a perder".Se elabora con granos de maíz que pasan por un proceso de cocción, secado, molido y finalmente es guisado con otros ingredientes.“Ya cuando está el chical seco, ya se desgrana (el elote) y luego, por ejemplo, en este fecha se desgrana y se quiebra en un molinito".En esta comunidad del municipio de Galeana, Yolanda conserva está traición, la cual heredó de su madre."En primer lugar somos de acá de rancho y la tradición ya hace muchos años que nosotros la tenemos y hasta este momento la hemos conservado".Además, preparan otros platillos típicos de la Semana Santa, como la capirotada.En la cocina la tarea se divide y Alicia Sánchez es quien se encarga de este postre.“Lleva el pan tostado, plátano, cacahuate, pasas y queso y la miel se hace con piloncillo, canela y clavo de olor".El chical es uno de las comidas favoritas ya que los llena de energía y no cae pesado en el estómago.