Detrás de esta imponente pieza, que mide 23 metros de altura y supera las cuatro toneladas, hay más que luces y colores pues, en esta ocasión, fueron necesarios más de nueve días de montaje, más de 50 personas trabajando hombro con hombro y sorteando las lluvias que se han registrado en la zona metropolitana, con el fin de dar vida a la pieza única, compuesta por cuatro mil 500 canastas de plástico reutilizadas.
Y es que el material es el mismo del año pasado, sin embargo, el diseño es distinto: evoca el colorido y la calidez de un sarape tradicional, según explica Sergio Rodríguez, artista encargado del pino desde 1998.
“La obra propone un diálogo entre materiales industriales y tradición artesanal, entre lo efímero y lo permanente, así como una reflexión sobre la reutilización creativa. Las bolsas plásticas se transforman en un tejido simbólico que cuestiona nuestra relación con el consumo y la duración de los objetos. Al elevarlas a un plano escultórico, se reconfigura su sentido: dejan de ser objetos comunes para convertirse en color, textura y pulsación visual”, explicó el artista.
Además, la estructura navideña tiene 54 luminarias y una inmensa estrella LED, listo para convertirse nuevamente en punto de encuentro y postal obligada de la temporada.

Regresa después de 8 años El Cascanueces por la Escuela Superior de Música y Danza a Monterrey
Un elenco de 100 bailarines contará la entrañable historia de la niña que descubre un mundo de dulces y fantasías cuando su cascanueces cobra vida, un relato que muchos consideran el verdadero inicio de la Navidad.
Como detalle especial, a las primeras 3 mil personas en llegar se les obsequiará un chupirul, un guiño perfecto al universo dulce del clásico navideño.
La cita es este domingo 30 de noviembre
- 5:30 p.m. – Función de El Cascanueces
- 7:00 p.m. – Encendido del pino navideño
Y aunque el pronóstico anuncie lluvias, el Museo confirma: la celebración no se cancelará.
El pino permanecerá en exhibición hasta el 7 de enero.
