El director de Bomberos Nuevo León, Alejandro Zúñiga, llamó a la audiencia a prevenir incendios, debido a que la cantidad de agua que se gasta para ultimar las llamas es elevada.
"Vamos a pensar que es una casa habitación en donde se consume mobiliario, una casa habitación de dos/ tres recamaras, en donde existen plástico de interior, madera, tela, equipo electrónico, podemos pensar en el tanque de una unidad de 4 mil, 5 mil litros aproximadamente", describió.
También, refirió que en un incendio provocado por una batería de litio en un taller, necesitaron 7 mil litros de agua. Pero para calcular a una escala mayor, se recordó el hecho del Casino Royale.
"Es un inmueble con una estructura cerrada en donde había mucho material tóxico en el interior … Se manejaron 80 mil litros de agua aproximadamente", dijo.
Y ahora con la crisis hídrica, los cuerpos de bomberos utilizan la misma cantidad de agua que antes de la escasez para atender los incendios.
"Se lleva a cabo una estrategia muy bien planeada, muy bien definida que desde el año pasado que se veía venir este problema de la posibilidad de la falta de agua, se hizo un plan con Agua y Drenaje quienes facilitaron pipas específicamente para el manejo de emergencias", expuso.
Pero, ¿utilizarán agua potable o tratada?
"De las dos, la red de hidrantes de la ciudad, está conectada a la red de agua potable de la ciudad. En el caso del agua tratada, pasamos en ocasiones hasta las plantas tratadoras de Agua y Drenaje en donde nos surten también de agua tratada", explicó.
Las unidades de Bomberos en la entidad cuentan con la capacidad de albergar una gran cantidad del vital líquido para atender las emergencias, van desde los 4 mil hasta los 10 mil litros, sumando un par de pipas que contienen hasta 15 mil litros.