Rodeada por casonas con más de 100 años de antigüedad, la plaza del Chorro, se encuentra sumida en el abandono.
Localizada entre las calles Gerónimo Treviño, Arista, Isaac Garza y Doctor Coss, este sitio data desde 1868.
Aunque a lo largo de la historia ha sido nombrada como plaza General Treviño o Niño Artillero, el parque actualmente está en manos del olvido y el abandono.
Lo que antes fue el orgullo de la plaza, su fuente se ha convertido en dormitorio de personas en condición de calle.
Con solo caminar por sus vetustos pasillos, es fácil observar el concreto está destrozado, las bancas despintadas y fugas de agua en diferentes puntos.
Y lo que es peor, y ha sido denunciado por vecinos del lugar, es la destruccion de dos de sus antiguas luminarias colocadas en 1932.
Estos arbotantes sufrieron daño al ser impactadas por los camiones de plataforma que llevaron a este sitio varios árboles que fueron quitados de otras zonas y plantados en la plaza.
“La plaza tiene muchos años, era hermosa, tenía agua, vinieron a recoger árboles y afectaron lámparas, el pavimento, causaron fuga de agua, destrozos que no arreglaron”, explicó José Ángel Villarreal del Carmen, quien habita la zona desde hace muchos años.
En el centro de la misma está la fuente El Chorro, construida en la década de los años 30, ahora sirve de dormitorio y sanitario para vagabundos.
En lugar de agua se observa excremento y basura.
Algunas de sus bancas desaparecieron, fueron robadas para venderlas por kilo de fierro.
Una plaza de las más antiguas hacia el oriente de Monterrey clama a través de sus habitantes ayuda para seguir siendo un punto de referencia para sus habitantes.