Investigan 35 sismos en falla de Santo Domingo, Galeana
Científicos de la UANL investigan la posibilidad de que la falla pueda detonar sismos de 7 grados, lo que tiene en alerta a los pobladores de la localidad
Un terremoto cimbró en diciembre pasado a la comunidad de Santo Domingo, en Galeana, conocida hoy por la recién descubierta falla sísmica que corre bajo sus pies.
El episodio, recuerdan sus habitantes, no es el único ni el más potente, sino que representa una realidad a la que están expuestos e incluso acostumbrados.
“Se han sentido temblores muy fuertes, muy fuertes, así los he sentido yo”, comparte don Teófilo García, “no se de cuantos grados o cómo se diga, pero fue como un zumbido y luego se estremeció la tierra”.
Los expertos de la Universidad Autónoma de Nuevo León que investigan la falla saben también que el sismo de hace unos meses está lejos de ser un caso aislado.
De hecho, analizan 35 movimientos telúricos registrados entre el 2006 y el 2022 para comprobar científicamente sí se originaron por la estructura en Santo Domingo.
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Las decenas de terremotos bajo escrutinio ocurrieron dentro de la zona de alcance de la falla y alcanzaron entre 2.5 y 4.5 grados en la escala Richter.
“Ese estudio nos va a permitir determinar cuánto tiempo tenemos que esperar en promedio para que un terremoto pudiera ocurrir.
“Con eso podemos generar escenarios para cada uno de las magnitudes y el grado de exposición al que pueden enfrentarse los centros urbanos a la falla”, comparte el sismólogo Juan Carlos Montalvo, “queremos conocer el historial de movimiento y el nivel de la sacudida que puede generar”.
Mientras las indagatorias avanzan, los habitantes de Santo Domingo llevan consigo evidencia empírica del fenómeno.
“Una vez me agarró de noche un temblor, sentí que se movía la casa, pero gracias a Dios no, ya me imaginaba que tronaban los murillos, pero no”, recuerda doña Bertha González.
Acompañado de sus testimonios, los lugareños también comparten su preocupación por la pequeña comunidad en la que viven.
Y es que, con los científicos investigando la posibilidad de que la falla pueda detonar sismos de 7 grados, en Santo Domingo temen por sus viviendas.
“Nos da pendiente porque son casas de tiempo, hechas con adobe, techos de lámina y otros materiales así peligrosos. Ojalá nunca nos lleguen temblores tan fuertes que los resienta uno”, comparte Ángel Peña.
Así, a la par de ser el epicentro en la investigación sísmica en Nuevo León, Santo Domingo, con la falla corriendo bajo sus pies, es también la comunidad más expuesta al poder de la naturaleza.
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