Caminar por la periferia del Mercado del Norte, es un reto y un alto riesgo para los peatones. El viejo edificio ubicado sobre la avenida Colón, en la colonia Sarabia, poco a poco se cae a pedazos.
Mientras esto sucede afuera, en las entrañas del inmueble, la delincuencia obligó a comerciantes a bloquearlos y abandonarlos.
La inseguridad rodea al edificio y tras varios años lo fue consumiendo. Pasillos enmarcados con leyendas, negocios que hace algunos años generaban ganancias, ahora son depósitos de basura.

Aunado a lo anterior, la inseguridad que se respira en el lugar, se prolonga hacia los andadores donde puestos de comida, agencias de viajes de dudosa legalidad y una terminal de autobuses, coloca este sector dentro de los lugares con menos vigilancia policiaca.
Para locatarios que han trabajado en este lugar por más de 50 años, es triste darse cuenta como el Mercado del Norte se vino para abajo.
Incluso consideran que la mejor solución es derrumbar todo el mercado y hacerlo de nuevo.
Ante todo lo que sucede dentro y fuera del antiguo edificio que se ubica al norte de la ciudad, los comerciantes sobrevivientes no tienen otra opción más que salir adelante bajo estas condiciones.
