A dos días del regreso a clases, padres de familia abarrotaron las tiendas de uniformes escolares.
Algunos de ellos estaban desde las 8 de la mañana para ingresar al local y buscar la talla y colores que necesitan.
La fila para ingresar era de una cuadra, pero los padres estaban dispuestos a hacerla para lograr obtener los uniformes.
De igual manera les tomó hasta dos horas en el exterior del local para poder ingresar, a pesar de las altas temperaturas que se registraban, haciendo más larga la espera.
“Un sacrificio, todo por los niños” mencionó un padre de familia.
Así mismo, algunos mencionan que no ha sido por gusto esperar hasta el final para comprar los uniformes, pues la cuestión económica ha sido complicada, ya que además de comprar uniformes hay que surtir la lista de útiles escolares y la lista de los artículos de limpieza que solicitan las escuelas.