En Nuevo León, las obras enfocadas a agua, riesgo y saneamiento se han disparado 67% en el último año; sin embargo, esto aún no es suficiente para resolver el problema de abasto del líquido en la entidad, además de que se podría poner en riesgo la llegada de inversiones futuras.
De acuerdo con datos reportados por las empresas constructoras del estado de Nuevo León al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de las obras que se realizaron en ese rubro fue de $1,462 millones de pesos al cierre de 2023, rebasando ampliamente los $873 millones de pesos registrados en 2022.
Según los datos históricos, en el sexenio de Jaime Rodríguez Calderón se dejó de invertir en obras relacionadas al agua.
Cabe recalcar que el Inegi calcula el valor de obra construida de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras y considera todos los trabajos de construcción ejecutados por la compañía, valorados a precio de venta y con base en el avance físico de los mismos.
Expertos en el sector y analistas aseguran que esto no es suficiente para solucionar el problema de abasto en la actualidad, pues los beneficios de estas obras se verán en el largo plazo ya que son tardías y ahora no resuelven el problema de fondo.
“Actualmente nos favorece que el acueducto El Cuchillo II transporte más agua desde la presa del mismo nombre, que los pozos mantengan su operación y que en breve la presa Libertad pueda empezar a contribuir con líquido, pero no son soluciones que en el largo plazo puedan ser suficientes.
El acueducto surte 5,000 litros por segundo desde mediados de enero pasado y la presa Libertad estará enviando agua en verano de este año, de acuerdo a lo señalado por el gobierno”, afirmó Roberto Macías Quintanilla, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Nuevo León.