La tristeza embargó a la familia Villarreal Molina tras la partida de José Alberto, conocido como “Titón”, el hombre más alto de Nuevo León, quien padecía gigantismo.
Con una estatura de 2 metros 20 centímetros, José Alberto fue recordado por su carisma, sonrisa y amabilidad, características que dejaron una profunda huella en quienes lo conocieron.
José Alberto, el menor de cuatro hermanos, enfrentó desde pequeño complicaciones de salud relacionadas con su condición. Recientemente, había iniciado un tratamiento contra el cáncer pulmonar y un tumor cerebral, pero a pesar de los diagnósticos, nunca perdió la alegría que lo caracterizaba.
Según su familia, “Titón” siempre fue muy cercano a su madre, a quien ayudaba en las tareas diarias, y su sentido del humor y actitud risueña lograban iluminar cualquier momento.
El municipio de Mina, donde residía José Alberto, apoyó a la familia con los gastos funerarios. José fue sepultado junto a sus dos hermanos mayores, quienes fallecieron hace una década en un trágico accidente.
La partida de José Alberto, a una edad temprana, deja un vacío enorme en su familia y comunidad, que lo recordarán no solo por su altura, sino por la grandeza de su espíritu.