El Centro de Equinoterapia “Sophie” nació de una empresa familiar fundada por Carlos Enrique Burciaga hace muchos años, llamada “Pony Express”. Mucha gente conoció a su familia en la Alameda Zaragoza, donde solían pasear niños los domingos en varios ponys.
Al paso de los años, la empresa evolucionó, y de ser un negocio dedicado a la renta de animalitos de granja para fiestas y eventos especiales y organización de rodeos, pasó a ser una escuela nacional de rodeo.
Pero también tuvo una escisión positiva. Por azares del destino, alguien les preguntó si daban equinoterapia. Y fue así como pasó a cumplir con un fin más filantrópico, dedicándose a la atención para personas que requieren atención especializada a través del contacto con los animales.
Fue así que nació el Centro de Equinoterapia, que lleva el nombre de una de las hijas de Carlos Enrique, Sofía “Sophie” Burciaga, quien administra esta institución.
“Hubo una señora que nos preguntó si no dábamos terapias con ellos; en aquel tiempo no sabíamos que se podía dar terapia con los caballos, y a raíz de eso empezamos a investigar, encontramos un curso en Querétaro, y después nos invitan a Brasil, y conocimos muchos centros de equinoterapia aquí en México y de todo el mundo”, afirma Sophie Burciaga.
Dice que en 2006 empezaron a dar terapias con ponys a niños con diferentes condiciones como autismo, hiperactividad, ansiedad, problemas de lenguaje, y fue así como inició el Centro de Equinoterapia.
A lo largo de estos años, la familia se preparó para seguir creciendo y promovieron la fundación de la Federación Mexicana de Terapias Ecuestres.
Sophie Burciaga aclara que las terapias con los caballos no necesariamente están dirigidas a personas con alguna discapacidad, y están abiertas a cualquier edad.
“La equinoterapia se basa en tres principios básicos: el calor corporal del caballo, el movimiento tridimensional y los impulsos rítmicos que transmite el caballo hacia el cuerpo del jinete; esto reeduca el movimiento y favorece condiciones neuronales y el cerebro empieza a registrarlos”.
Explica que las terapias conllevan tener el conocimiento de la condición de las personas que se someten a estas terapias y colaborar con la rehabilitación, además de conocer la naturaleza y el carácter de los caballos.
Carlos Enrique Burciaga, presidente de la Escuela Nacional de Rodeo “Pony Express”, señala que a lo largo de 16 años, han atendido a niños con epilepsia, a quienes han ayudado a disminuir los síntomas de este padecimiento neuronal.
Invitó a la comunidad médica a acercarse para conocer los beneficios de la equinoterapia, que sirve no como una solución, sino como un complemento a los tratamientos médicos de los pacientes, pero que ya ha demostrado ser sumamente efectiva.