Desde que la tormenta tropical Alberto azotó a Nuevo León, 10 personas han muerto ahogadas en diferentes ríos y arroyos que existen en el estado.
La mayoría de ellos fallecieron al intentar cruzar ríos y arroyos, pero también hubo quienes fueron arrastrados abordo de sus vehículos.
Fallecimientos que han ocurrido a pesar de las recomendaciones emitidas por las diferentes corporaciones de Protección Civil y bomberos.
Las autoridades han hecho hincapié en el riesgo que conlleva retar las corrientes de los ríos.
Entre los casos que han ocurrido desde la tormenta, está el registrado el 19 de junio cuando un menor murió al ser arrastrado por la corriente del río La Silla al intentar rescatar una pelota.
Para el 30 de junio, una mujer fue arrastrada por las aguas del río Santa Catarina. Otro caso, cinco días antes en el municipio de Santiago, cuando una mujer y su hija fallecieron al ser arrastradas junto con su auto por la corriente del río.
En Allende, una mujer fue arrastrada por el río Ramos, a la altura del municipio, y localizada posteriormente en Cadereyta.
Y el lunes 22 de julio, un joven mesero, que acudió con unos amigos al río La Silla, murió ahogado.