Emprende con éxito gracias a su sazón hondureño

Hace 10 años cuando Johana Benitez tenía tan solo 17 años salió de su país natal, Honduras, en búsqueda de cumplir el sueño americano.

De forma solitaria y siendo menor de edad recorrió casi dos mil 500 kilómetros hasta llegar a Monterrey, donde conoció a Horacio y comenzó un romance que se convertiría en matrimonio.

Hace poco más de dos años se convirtió en mamá con la llegada del pequeño Yahvet.

Previo a que su retoño llegara la pareja pasó por un momento complicado que obligó a Johana a vender comida tradicional de Honduras en la calle, siguiendo las recetas que le heredó su madre.

Después de que sus platillos resultaron un éxito y con su residencia permanente, decidió emprender formalmente su restaurante llamado Katrachos 504, ubicado en la calle Roque González número 207 de la colonia División Norte, en Guadalupe.

Su sazón ha cautivado la atención de los regiomontanos, mismos hondureños e incluso extranjeros de los Estados Unidos.

Precisamente para poder ayudar a otros migrantes, Johana fue parteaguas para abrir el consulado de Honduras en Monterrey.

No obstante, en la actualidad trabaja de la mano con el espacio para la atención a migrantes de la Secretaría de Igualdad e Inclusión; pues Johana está creando su propia fundación para ofrecer oportunidades a sus compatriotas aquí en Monterrey.

Toda esta labor altruista genera una figura para su hijo quien comparte la cultura mexicana y la hondureña.

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