A pesar de que por ley se prohíbe, colegios privados de la urbe regia discriminan a niños con autismo, pues al saber de su condición les niegan el acceso argumentando que “ya no hay cupo”.
Esta es la difícil situación que pasan decenas de miles de familias en Nuevo León, y que esta semana fue exhibida por Nancy Villarreal, madre de Florencia, una niña de tres años de edad, a quien en por lo menos cuatro colegios de la zona Cumbres le negaron la inscripción al saber que la menor está diagnosticada con Trastorno de Espectro Autista (TEA).
Hoy hay más de 107,000 niños con neurodivergencias, según datos de organismos especializados, mientras que el 70% de los colegios de la metrópoli de Monterrey carecen de herramientas para educar a estos menores.
Nancy, madre de familia y vecina de la colonia Cumbres García, viralizó ayer su caso al narrar el predicamento que vivió para encontrar un colegio que le aceptara a su niña en preescolar.
Actualmente, la niña Florencia está en preescolar en el Instituto Edinburgh, de la zona Cumbres, donde la aceptaron “con gusto”.
En entrevista, Villarreal dijo que mandó correos y cartas a varios colegios, visitó cuatro y cuando al final decía que su niña vivía con autismo, la rechazaban.
Incluso en uno le dijeron que no la aceptaban porque ellos eran “muy conservadores”.
“Un colegio, incluso su respuesta fue: ‘somos conservadores’; y yo: ‘¿y eso qué?’ Yo dije: ‘bueno, pues ni que mi hija fuera una especie diferente, o de qué me hablas’, ¿no?
“Pero al final fue como su manera sutil, digo, la gente no tiene tacto y yo lidio con eso todos los días, pero me dijeron que ya no tenían cupo”, indicó la mujer.
En Nuevo León, se estima que hay hasta 107,000 niños con TEA, según datos de la Estrategia Estatal de Atención al Autismo y la Neurodiversidad.
La fundación Atención Integral del Autismo (Arena) estima que en el estado, más del 70% de escuelas no tiene ninguna preparación o noción de atención a niños con espectro autista.
Según la literatura médica, el TEA es una afección congénita de tipo neurológico permanente que se manifiesta desde que los bebés empiezan a desarrollarse y se refleja en el comportamiento y adaptación a su entorno.
“Escribí a varios, mandé correos; uno en lo particular me sorprendió mucho porque incluso me mandaba mensajes de que ‘vénganse con nosotros, vénganse’.
“Cuando le expresé la situación de mi niña, pues ya ni me contestaron y en otros me decían que ya no tenían cupo, cuando hasta me rogaban porque la inscribiera con ellos”, expresó Villarreal.
La madre de familia no quiso decir el nombre de los colegios, pero informó que esto ocurrió antes de que iniciara el ciclo escolar.
Violan la ley
En el estado ya existe la Ley para la Atención, Protección e Inclusión de las Personas con la Condición del Espectro Autista y otras Condiciones de la Neurodiversidad, aprobada el 30 de junio del 2023, que obliga a todas las escuelas a ofrecer la inclusión de todos los niños.
Aun así, Arena sostiene que las escuelas públicas y privadas no cuentan con una Unidad de Educación Especial y Educación Inclusiva (UDEEI) para que los menores con TEA sean incluidos en las actividades regulares.
“Estos elementos indispensables de educación especial que procuren su proceso de integración e inclusión a las escuelas de educación regular, deben estar en las escuelas, así como incluir ‘maestros sombra’”, dice la ley.
Con información de elhorizonte.mx