En vísperas del Día de Difuntos, la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León montó un vistoso altar de muertos en memoria de Remedios Varo, la pintora y artista gráfica considerada como una de las máximas exponentes del surrealismo y a quien México le dio asilo como refugiada política. El altar es muy vistoso, tanto por su dimensión como por su colorido. Y con él, la Facultad de Artes Visuales participa en el Concurso de Altares convocado por la Máxima Casa de Estudios. En el 2019, antes de que se suspendieran actividades por la pandemia, esta institución ubicada en la Unidad Mederos ganó el certamen, y ahora que el concurso se retomó esperan refrendar el triunfo. Para este homenaje, con el que se rinde culto a la tradición del Día de Muertos, participaron al menos 65 alumnos, coordinados por el maestro Andrés González y la directora Verónica Delgado. El andamiaje luctuoso es de siete niveles, está marcado por los siete escalones o niveles y un arco. Y contiene todos los elementos requeridos para simbolizar el camino entre la tierra, el cielo y el purgatorio. Esos elementos son, entre otros, el agua, veladoras y cirios, el incienso, la flor de cempasúchil, comida, fotografías, papel picado, calaveritas y pan. La tradición prehispánica señala que el 2 de noviembre las almas de los fallecidos bajan para convivir con los vivos. Y qué mejor que, con un esfuerzo así, las nuevas generaciones le rindan tributo a la artista española que eligió a México para nacionalizarse y que falleció en el año de 1963. El surrealismo intentó romper los límites que durante siglos la razón impuso al arte. Los artistas estaban cansados de responder siempre a los mismos cánones de creación en los estilos de la belleza, realismo, racionalismo, lógica, iluminación, composición, equilibrio y color.Por eso, fundaron la escuela surrealista, y Remedios Varo destacó. La ciencia, el esoterismo, el misticismo y la magia que distinguieron en vida a Remedios Varo no sólo figuran en la historia, sino que están presentes en las nuevas generaciones que, de este modo, le rinden culto a los muertos.Este altar está abierto al público en general.