Churrerías hay muchas pero ninguna como Pato Napolitano, ubicada sobre la calle Galeana, entre Morelos e Hidalgo.
La peculiaridad de esta churrería es que los atiende Luis, este hermoso pato todos los días, a partir de las 11 de la mañana, hasta las 8 de la noche.
“Ya se hizo muy icónico el hecho de venir a los churros o simplemente pasar por aquí todo el mundo le grita Luis y adios Luis”, dijo María García, dueña de Pato Napolitano.
Luis no es solo un empleado, es la imagen de la churrería, siempre con su característico moño.
“Pato Napolitano porque descubrimos que en Nápoles, Italia, todo mundo anda muy elegante, entonces en una ocasión pasa un cliente y me dice oiga, este pato cómo se llama, se llama Luis y dice qué nombre tiene el negocio, le habíamos puesto la Mariquita por mi, María y dice no, póngale el Pato Napolitano porque es un pato muy elegante”.
Aunque María es la dueña del negocio, lo cierto es que la dueña de Luis es Alondra, hija de María.
“Luis llegó a mi vida cuando yo estaba chiquilla. Mi vida estaba gris cuando no estaba Luis y cuando vino Luis ahora sí era una vida colorida”.
Eso sí, Luis, quien además está entrenado, todos los días se baña.
“Nomas le ponemos agua, le ponemos jabón, luego le quitamos el jabón, le ponemos acondicionador y luego ya, nomas lo secamos en el clima pero con aire caliente y ya se hace suave”.
Así que si tiene antojo de un churro esponjoso y crujiente, no se haga pato y venga a Pato Napolitano, Luis les espera.