Cuando llegan las lluvias aumentan los baches y con ellos se triplica el trabajo para las vulcanizadoras por las llantas ponchadas.
Desde hace 53 años, Luis Chavana, quien trabaja en su vulcanizadora, señaló que en un día normal hace 30 trabajos de talacha, pero con las lluvias llegan a ser el triple en un solo día.
En su mayoría, estas afectaciones en los automóviles se deben a los numerosos y oriundos pozos en la carpeta asfáltica, aunque también se atribuye al descuido de los conductores y las piezas metálicas o vidrios que la lluvia arrastra al asfalto.
Para evitar caer en los profundos baches de la ciudad, que muchas veces la lluvia no nos permite ver, Luis nos recomienda olvidarse de las prisas y manejar con precaución al pasar por los charcos con baches que no son visibles, así como una buena calibración de las llantas.