Los regios que fueron los amigos más cercanos a Luis Donaldo Colosio Murrieta compartieron con INFO7 cómo recuerdan al excandidato del PRI a la presidencia de la República, a 30 años de su asesinato.
El exalcalde, exsenador y exdiputado federal, Ricardo Canavati Tafich, lo definió como un ser extraordinario.
“Un ser humano, afectuoso, respetuoso, inclusive me atrevería a decir que muy cariñoso con sus amigos en el mundo de la amistad, muy cariñoso y una persona en la que podía uno confiar, pero en serio”, expresó.
Su amistad nació al coincidir como diputados federales y se reforzó cuando juntos fueron senadores.
“Un ser humano que podía uno querer, admirar, se lo merecía él y su familia, su mujer también, una extraordinaria mujer”, detalló el exalcalde de Monterrey.
El asesinato del 23 de marzo de 1994 es una herida que no cierra.
“Es un sentimiento de tristeza que no se puede evitar, pero así es la vida. Yo había perdido un hijo en un accidente y quedas mutilado, ¿me explico? Con esto, entonces asimilas como quiera tanto uno como otro, vas asimilando, te vas ubicando cada día más”, confesó Canavati Tafich.
Una anécdota es la forma en que se reconciliaron tras un detalle sin importancia.
“Yo tenía un teléfono al lado de mi cama, en mi recámara, que si sonaba era Luis Donaldo, él era el único que lo tenía, una línea directa, entonces no le contestaba yo, no lo contesté en dos días, cinco días, una semana y a los 15 días de no contestarle yo creo que se desesperó un poquito, llegó y se estacionó frente a la casa y levantando la voz decía: ‘Avísenle a Ricardo que aquí estoy’.
“Me asomé yo por una ventana de una recámara y dije: ‘¿Quihubo, qué pasó?’ ‘¿Qué, no me vas a abrir?’ ‘Sí, te voy a abrir, ya voy’. ‘Por eso, ¿me vas a dejar pasar?’ ‘Sí, por supuesto que te voy a dejar pasar’. Entonces bajé, le abrí, y cuando iba a entrar le dije: ‘Mira, nomás te quiero pedir un favor: nomás no me saludes de beso’, ¿eh? Ja, ja, ja, nunca me saludaba de beso, de ninguna manera, bajo ningún concepto. Sí, (fue) como diciendo: ahí muere. Se ahogó de la risa también”, comentó el exdirector de Fomerrey.
La alcaldesa de Guadalupe, exsenadora y exdiputada Cristina Díaz Salazar lo recordó con mucho cariño y admiración.
“Como un mexicano de excepción y cuando lo señalo a él recuerdo esa frase que siempre caló muy hondo de que él venía de la cultura del esfuerzo, y siempre lo recordaré como un hombre de una gran inteligencia, de una capacidad política, de un gran poder de convocatoria”, refirió.
El tiempo mantiene vivo su recuerdo. “Recordemos su frase de campaña: ‘Cambio con Rumbo y Responsabilidad’ y ese discurso que pronunció en marzo en el Monumento a la Revolución, de que ya se llegó la hora, llegó la hora del cambio”, apuntó la alcaldesa de Guadalupe.
Díaz Salazar afirmó que él sigue presente.
“Su voz, su mensaje, son vigentes. ¡Cómo hace falta Colosio en México!, el ideario de Colosio sigue vigente”, afirmó.
Ella repasó lo que comentaba su esposa, Diana Laura Riojas de Colosio, quien murió ocho meses después que él.
“Con una extraordinaria voz, porque él tenía una voz de locutor, como decía Diana Laura, una voz muy modulada, muy fuerte, enérgica, que imponía. Cuando yo colaboré con mi amiga Diana Laura, su oficina era la de Desarrollo Comunitario, no era la oficina de la esposa del presidente del partido”, explicó.
Parece que fue ayer cuando trabajaron juntos.
“Estuve en su campaña, ahí lo acompañé, yo trabajaba en el Área de Invitados Especiales, que coordinaba Ricardo Canavati Tafich, y en Oaxaca fueron eventos muy importantes, pero también el inicio, cuando estuvimos en Huejutla, cuando fue a una de las zonas más pobres de México, fue complicado su comienzo, bastante complicado, pero cuando empezó esto a subir de tono, a favor, a favor y a favor de todo México, pues lamentablemente las balas del odio, como dijo Diana Laura en el panteón de Magdalena de Kino, terminaron con él”, lamentó Díaz.