Aguas negras esconden baches en el municipio de Guadalupe
En épocas de lluvia esquivar los baches es una situación difícil, pues el agua los oculta, sin embargo, en Lomas de San Miguel, no se necesita que llueva, pues los baches están escondidos con aguas negras.
La avenida Loma Alta está llena de baches y malos olores. Los automovilistas sufren pérdidas económicas por el daño a sus unidades y los vecinos padecen por cruzar en medio de las aguas negras que llevan años afectando el lugar.
“Es una pestilencia, es una enfermedad para nosotros, para los niños, para las personas de la tercera edad, es una infección para los niños; cuando llueve uno da vuelta por el Qué pollo”, mencionó Sirila, vecina de la tercera edad de Lomas de San Miguel.
“No se ve, pues uno piensa que es un charquito y pues es el bache, cae uno y luego para arreglarte la llantita o algo tienes que llevar acta de defunción de la abuelita, qué sabe qué tantas cosas te piden para que no les reclames nada”, comentó Carlos García, vecino automovilista.
El daño de la avenida empieza casi al cruce con Loma Florida y se extiende hasta donde topa con la calle Helechos, sin embargo, las primeras seis cuadras están cubiertas por aguas negras, donde también afecta a la primaria Minerva Decanini y el parque recreativo San Miguel.
“Ayer, de hecho, hubo un accidente aquí en frente de la Cruz Verde, debido a que quisieron esquivar un bache y fueron directo al muro de contención que está ahí”, comentó otro conductor y vecino del lugar.
Y las aguas negras, que le corresponden a Agua y Drenaje de Monterrey, es algo que llevan años sin resolver; a los vecinos les cuesta respirar el mal olor.
“El mal olor, siempre tiene que estar uno encerrado, tiene que estar uno encerrado, imagínese el mal olor, va a comer uno, sano, aunque sea sopita, pobremente, pero con esta pestilencia”, dijo Sirila.
Las personas tienen que pasar entre las aguas negras, lo que muchas veces termina en ser salpicadas por los vehículos que caen en los baches y los automovilistas sufren por el daño a sus unidades.
“La suspensión, ya anda ahí sonando a base de los baches. No me revienta las llantas, verdad, pero sí la suspensión y es algo que nadie me resuelve, es dinero que tengo que gastar yo, nadie me ayuda”, comentó otro de los conductores que usa la calle Loma Alta.
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