La avenida López Mateos, en el municipio de Apodaca, sí que da pena ajena.
Y cómo no, si predominan los baches, uno tras otro, y en todos los sentidos de la circulación.
Pero particularmente en el tramo entre las avenidas Conductores y Concordia. Además, lo dañado del pavimento le causa problemas a los automovilistas.
La carpeta asfáltica está deformada debido a la falta de mantenimiento y al paso constante de vehículos de carga pesada.
Esta situación no tiene un día, ni dos, tres, sino años.
El problema es que los vehículos se dañan y nadie se hace responsable de eso.
Y ni cómo sacarle la vuelta, ya que esta es una vialidad estratégica por la que necesariamente muchos deben transitar, día a día.
La movilidad aquí se entrampa.
Y si ya Santa Clos no trajo buenas noticias, los ciudadanos esperan que en el 2024 haya presupuesto para rehabilitar esta deteriorada vialidad.