Planear una boda no es nada fácil, uno de los primeros puntos en atender es el de los invitados, pues es a partir de aquí que se puede manejar el presupuesto que se va a destinar, así como otros elementos como las invitaciones, el número de platillos, entre otros.
En algunas ocasiones el estrés que manejan las parejas las lleva a 'tirar la toalla', pero nada que no se arregle con un 'respiro' y el amor por unir sus vidas en matrimonio.
Pero, ¿qué pasa cuando una tercera persona se mete en los planes de la boda, pero no para ayudar, sino para ¡arruinarla!?
Precisamente esto fue lo que sufrió una novia durante la planeación de su boda al ser arruinada por los 'caprichos' de su 'mamita' suegra.
La joven que dio a conocer su historia de manera anónima, comenzó diciendo que ella y su pareja acordaron que tendrían una boda cara, para 100 invitados, todos adultos, no niños y muy exclusiva.
Todo marchaba como lo planeado, las 100 invitaciones estaban listas para ser entregadas, cada uno tendría 50 invitaciones. Aquí comenzaría el calvario.
El novio le informó a su prometida que su mamá quería invitar a unos familiares que hacía mucho no veía, a lo que ella respondió que lo hiciera de las 50 invitaciones que a él le tocaron, ya que no podían dar más. Y como si esto no fuera poco, resulta que estos tíos tenían niños de 10 años, lo que molestó a la novia pues ya habían acordado que no se permitirían niños a su boda, algo que el hombre consideró que era grosero decirles que 'no niños'.
La Suegra
En una conversación de WhatsApp, la suegra de la novia casi le exigió que necesitaba 15 pases para sus invitados, a lo que su nuera le respondió que los tomara de las 50 invitaciones que se llevó su hijo, pero la señora quería otras aparte para invitar a sus amigas y sus esposos.
La novia le explicó que la fiesta era para 100 personas porque así se pidió el espacio y los platillos, le señaló que sus invitados ni sillas ivan a tener, pero la mujer no reaccionó de buena forma y la llamó 'payasa'.
'Si caben, siempre hay espacio para más, de la comida nomás que sirvan menos en unos platos y listo. No te pongas payasa, porque eso cae mal. Ahora resulta que muy exclusivo', le escribió la mujer a su futura nuera.
La novia le insistió que la boda solo era para 100 personas, pero su suegra le recordó que tenía 'derecho' a tener invitados. Incluso le recordó la boda de otro hijo en donde le dieron dos mesas para ella sola.
Pese a la insistencia de la mujer, la novia mantuvo su postura y se disculpó por no poderle dar las 15 invitaciones extras que pedía. Pero la mujer no se quedaría contenta y le respondió lo siguiente:
'Pues que aburrida y fea va a estar esa boda, sin gente conocida y la comida toda contada. Que grosería', dijo la suegra y amenazó con hablar con su hijo para que le diera los pases.
La Amiga
Como toda mujer, la novia le platicó a su mejor amiga lo que estaba pasando con la planeación de su boda y la familia de su prometido. Le dijo que estaba harta de su suegra, y que el amor que tenía por su novio la hacían tomar fuerzas para no botar todo por la 'borda'.La novia resaltó que había peleado con su prometido a causa de las invitaciones extras que estaba pidiendo su mamá, y que incluso estuvieron cerca de cancelar la boda, por fortuna solo quedó en un mal momento.
Pero agárrense, pues la novia confirmó que terminaron complaciendo a la suegra gastando más por los 15 lugares y platillos extras, pero lo peor estaba por venir: lo impensable, la señora 'amenazó' con irse vestida de blanco a la ¡boda!
Al enterarse de todo esto, la amiga no podía dar crédito a lo que estaba enterándose y le pidió que saliera de ahí porque esa señora era una 'bruja'.
Esto último evidentemente generó una discusión entre la pareja, mientras el novio intentó explicar que su mamá vestida de blanco se trataba de una tradición familiar, cabe aclarar que a la boda de su otro hijo no se fue de blanco, la novia solamente quería dar por terminada la relación, pero una vez más no pasó de un enojo.
El día de la boda
De acuerdo con la captura de una conversación de WhatsApp, la ahora esposa se retiró de su propia boda y se fue a su casa. Le reclamó a su pareja que parecía boda de su mamá ya que invitó a más gente, aparte de las 15 que pidió y sin avisar. La mujer estaba enfurecida pues su familia estuvo de pie en la fiesta y asegura, que ni comieron, a lo que el hombre respondió que no comieron porque no quisieron porque su mamá hizo un pozole muy rico.
Entre los detalles que se leen, los invitados de su suegra llevaron hicieron caso omiso y llevaron niños a la boda, se pusieron súper mal y además rompieron un baño y por si la novia no tenía suficiente, su suegra la embarró de ¡pozole!
"Neta ya no aguanto, el día más bonito y me lo arruinan así, no entiendo porque no estás enojado", le reclamó la mujer a su esposo.
El hombre intentó defender a su mamá, le dijo que lo del pozole fue un accidente y que esta se había disculpado. Además le pidió que la respetara pues ahora su mamá era de la familia.
Esto lejos de tranquilizar a la mujer la hizo enojar más y le dijo a su esposo que se quedara con su mamá y la dejara en paz, ya no quería verlo más.
¿Divorciados?
Luego de dos meses de estar peleados y sin hablarse, el hombre recibió la demanda de divorcio y fue cuando volvió a buscar a su aún esposa, le pidió una oportunidad para rescatar la relación, aclarando que entendió que su mamá había actuado de mala manera.
La mujer aceptó darle una oportunidad a la relación porque reconoció que ama mucho a su esposo, mientras este no volvió a mencionar a su mamá.
Meses después lo transfierieron de su trabajo y se fueron a vivir lejos (no especifican si de estado o ciudad)
Mientras tanto, su suegra le habla a su hijo y le 'llora' que lo extraña y para que regrese, pero 'al parecer él ya entendió que su familia soy yo', señaló la mujer.
La pareja lleva cuatro años juntos, felices y lejos de la señora.