Mario Cristalinas, de 24 años, renunció a la dirección general del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en el municipio de La Paz, Estado de México, a ocho meses de asumir el cargo.
Su renuncia se dio en el contexto del caso Fernandito, un niño de 5 años secuestrado y asesinado por una deuda de mil pesos de su madre.
La madre del menor, Marcelina, solicitó ayuda al DIF y a otras instituciones, pero no recibió respuesta oportuna.
El caso generó indignación pública y críticas por presunta omisión del DIF, lo que llevó a la dimisión de Cristalinas.
En su mensaje de despedida, agradeció a la alcaldesa Martha Guerrero y expresó su compromiso de seguir contribuyendo al bienestar de la comunidad.
Según reportes, el 28 de julio de 2025, Marcelina, la madre de Fernando, pidió un préstamo de 1,000 pesos a una familia de prestamistas: Carlos “N”, Ana Lilia “N” y Lilia “N”.
Al no poder pagar la deuda, los prestamistas secuestraron a Fernandito como "garantía".
Durante su cautiverio, el menor sufrió maltrato severo, incluyendo golpes con un martillo, desnutrición y deshidratación.
Su cuerpo fue encontrado el 4 de agosto en un costal en el domicilio de los prestamistas, en avanzado estado de descomposición, con una fractura craneoencefálica como causa de muerte.