El Volkswagen Sedan, Vocho, Beetle, Escarabajo, Fusca o como cada uno decida llamarlo, es el vehículo más importante en la historia de la marca y uno de los más queridos en México, país donde tiene un estatus de leyenda, tanto que fue aquí donde se produjo la última unidad de este modelo.
Fue un miércoles 30 de julio en la planta de Volkswagen Puebla, donde decenas de personas estuvieron presentes para rendirle tributo a un auto que marcó no una, sino varias generaciones de personas que tuvieron uno y que aun en 2025 aspiran a tenerlo.
Ese día marcó un hito, pues se detuvo para siempre la producción del Vocho tras 65 años en la línea de ensamblaje y más de 21,529,464 unidades fabricadas; cifra que lo pone como uno de los autos más producidos de la historia, solo superado por el Passat, Golf, Ford Serie F y el Corolla.
Cabe destacar que la producción del Sedán ya se había detenido en Wolfburgo, su lugar de "nacimiento" desde años atrás, sin embargo, su impacto en México provocó que su vida se extendiera por mucho más tiempo.

Las últimas unidades tuvieron destinos bastante particulares, una de estas le fue obsequiada al papa Juan Pablo II, la penúltima se encuentra en la planta de Volkswagen Puebla (donde fue ensamblado) y la última se fue directamente al museo de Volkswagen en Wolfsburg, Alemania.
Como no podía ser de otra forma, se organizó una fiesta completa para despedir al último Vocho fabricado, en la celebración hubo incluso mariachis que cantaron Las Golondrinas, digna forma de despedir a una leyenda.

La cultura del Vocho en México
En el país el Beetle se hizo de un nombre gracias a su mecánica a prueba de todo, facilidad para ser reparado, economía de combustible, resistencia a cualquier tipo de prueba y su precio accesible.
Todas estas características lo volvieron un auto ideal para México, donde era un excelente primer auto, pues su "nobleza", por llamarlo de alguna manera, ayudaba a sentirse cómo aprendiendo a manejar en uno.

Su amplio espacio y fiabilidad inobjetable servía para que familias completas pudieran viajar tranquilamente por carreteras; aunque también fue bien recibido por los taxistas, que lo convirtieron en su auto predilecto para trabajar, llegando así a cada rincón del país por muchísimos años.
Aunque hoy en día está muy lejos de los autos modernos en todo, su pedigree no lo tiene ningún otro modelo, no por nada todavía existe un gran mercado de personas que desean uno y que incluso se reúnen cada 22 de junio para celebrar el Día del Vocho, en el que cientos de personas comparten su pasión por el nacido como Volkswagen Sedán.
